A través de la undécima dimensión

A través de la undécima dimensión
Querido Gonzalo:Soy tú. Aunque con todas las cosas que nos han pasado ya no somos, ni de coña, la misma persona. Te escribo desde 2025 y estoy a punto de cumplir 47 años. Para ti, casi un anciano, aunque yo me siento súper joven, la verdad.

En Logroño, a 2 de Junio de 2025.

Querido Gonzalo:

Soy tú. Aunque con todas las cosas que nos han pasado ya no somos, ni de coña, la misma persona. Te escribo desde 2025 y estoy a punto de cumplir 47 años. Para ti, casi un anciano, aunque yo me siento súper joven, la verdad.

Según mis cálculos, ahora tienes 15 años y es el año 1993, así que debes estar flipando al leer esto. Normal, con la información de que dispones lo más cerca que has estado de un viaje en el tiempo es viendo Regreso al Futuro.

Pero aquí, en el 2025, las cosas han cambiado mucho.

Hace un año, un científico finlandés que llevaba años tratando de demostrar en el laboratorio la teoría de cuerdas por fin lo consiguió. Desarrolló un complejo experimento mediante láseres de alta potencia y observó lo que está más allá del electrón y el protón y el neutrón; y de los quarks y gluones. Descubrió lo que llaman “cuerdas”, una especie de filamentos minúsculos que, según su vibración, forman toda la materia que conocemos. Y atiende: hay 11 dimensiones… ¡ON, CE! ¡Flipante!, ¿verdad?

De hecho, es precisamente gracias a la undécima dimensión que me estoy comunicando contigo.

El tema es que el finlandés unificó la gravedad con la teoría cuántica, revolucionando nuestra concepción del Universo. Sé que te encanta la ciencia, y en el futuro entenderás estas cosas mucho mejor, pero ahora mismo es suficiente con que sepas esto: este descubrimiento lo ha cambiado todo. En cuestión de meses, la ciencia ha dado un vuelco tan absoluto que se ha desarrollado la tecnología para poder comunicarnos con nuestro yo del pasado, aunque con ciertas limitaciones.

En cualquier caso, lo que sí se sabe con seguridad es que no se puede enviar información que cambie el futuro. No es que sea ilegal, es que es físicamente imposible. Si intento escribir algo que desvele cualquier cosa que pueda cambiar el curso de tu futuro, como por ejemplo que 5 12 0 14 21 13 5 18 15 0 16 18 5 13 9 1 4 15 0 3 15 14 0 5 12 0 7 15 18 4 15 0 4 5 0 14 1 22 9 4 1 4 0 5 14 0 5 19 0 5 12 0 # ! # ~ 0 ? # ~ / !, la información se oculta como por arte de magia y es imposible que leas nada, como bien puedes ver.

Así que, de momento, la comunicación solo puede hacerse tratando temas triviales. Pero… ¿Quién o qué decide que algo es trivial? No lo sé, pero como irás viendo, la mayoría de esta carta parece serlo.

Ahora mismo eres una persona triste. Te sientes muy solo. Siento decirte que eso durará bastantes años, por lo menos hasta que 5 13 16 9 5 3 5 19 0 20 21 0 18 5 12 1 3 9 15 14 0 3 15 14 0 3 12 1 18 1. (Ya sabía que el pasado no me dejaría escribir esto. Pero aun así tampoco lo hubiera hecho. No pienso destriparte algo tan bonito).

Ahora mismo te están pasando cosas importantes. Cosas que van a acompañarte durante el resto de tu vida, y que no van a ser fáciles. Pero ¿sabes qué? Todas esas cosas van a hacer de ti alguien muy fuerte. Mucho más de lo que crees.

Puedo decirte que las cosas mejorarán. Que serás feliz, aunque de formas que ahora no puedes ni imaginar. Vas a cumplir muchos sueños, algunos que ni siquiera sabías que tenías, otros que forman parte de ti desde que eras un bebé.

Tu sistema de creencias va a cambiar. Se van a derrumbar algunos mitos que tenías idealizados; vas a tener tremendas decepciones que van a doler mucho. Pero mucho, mucho. Y desde luego también vas a vivir increíbles alegrías, sorpresas maravillosas y experiencias apasionantes. Vas a conocer a grandes personas, tanto en lo personal como en lo profesional… Y sobre todo, vas a 3 18 5 1 18 0 21 14 1 0 6 1 13 9 12 9 1 0 1 2 19 15 12 21 20 1 13 5 14 20 5 0 7 5 14 9 1 12 0 17 21 5 0 22 1 0 1 0 19 5 18 0 20 21 0 15 18 7 21 12 12 15 0 1 2 19 15 12 21 20 15 0 20 21 0 16 18 9 14 3 9 16 9 15 0 25 0 20 21 0 6 9 14 1 12 0 20 21 0 13 5 20 1 0 25 0 20 21 0 13 15 20 15 18.

Acabo de caer en que hay canciones (que estás escuchando ahora mismo por primera vez) que yo, todavía, escucho con pasión. Sigues adorando a Björk, PJ Harvey y Depeche Mode. De hecho, el “Songs of faith and devotion” sigue siendo un puto himno para ti, desde la primera hasta la última canción (Ese “One Caress” por la gloria de mi madre). Ya ves que la música sigue con nosotros tantos años después. ¿Cómo no? Y la ciencia, las historias… vas a leer cantidades ingentes de libros sobre temas que ahora ni te imaginas.

¡Pero practica más con el piano, huevón!

Tu tendencia a meterte en mil proyectos, cada cual más descabellado que el anterior, va a ir en aumento. Eso te creará algo de ansiedad – bastante ansiedad, de hecho – pero te hará sentir vivo… Madre mía, cuántas alegrías te van a traer esas locuras. Sigue, no te cortes. Vuela. Ya, sí, somos de vivir intensamente, a veces demasiado, pero eso ya lo sabes.

Eso sí, sé de esa sensación que tienes de no encajar, de ser un bicho raro. Un extraterrestre de visita en un planeta muchas veces hostil. Mi casa, teléfono (nos sigue encantando). Pues que lo sepas: Eso va a seguir así, aunque en el futuro te importará una mierda. Incluso te molará.

De hecho, ahora entiendo muchas cosas de las que tú aún no eres consciente. Es lógico, juego con ventaja, pero ese sentimiento de inadaptación tiene mucho sentido. Joder, tiene todo el sentido del mundo. ¡Somos unos maravillosos putos bichos raros!

Estoy pensando que quizá podrías ayudarme un poco. A lo mejor podrías empezar a poner límites, a decir NO y a no sentirte tan culpable por todo. Me vas a ahorrar mucha pasta (Qué raro que la undécima dimensión no me haya censurado esto… mejor. Aunque bien pensado, creo que es probable que ni siquiera entiendas a qué me refiero y sigas igual de gilipollas. No he visto que mi cuenta corriente haya cambiado, así que…)

Y sí, ya sé que piensas que nadie te entiende. Sorpresa: todo el mundo se siente así, es un mal universal. Sé más compasivo, todo el mundo está librando batallas internas y dolorosas. Aunque eso no les da permiso para pisarte. Ten más cojones, coño. Y si se enfadan, que se jodan. (Ya ves que seguimos siendo un poco malhablados).

Tenemos mucha ira dentro. Mucha, cabrón. Y va a ir a más. Pero la razón es bien sencilla: no la sueltas. Te la quedas toda para ti y eso se va a enquistar y te va generar un tumor emocional muy chungo que acabará reventando (creo que ya habrás visto el capítulo de los Simpson en el que a Homer le salen bultos en el cuello). Pues eso, libérala. Cágate en todo. Menos en Dios, eso es feo. Más vale una bronca a tiempo que un tumor después. Mandar a la mierda a alguien, aunque le quieras mucho, es una inversión más rentable que comprar acciones de 13 9 3 18 15 19 15 6 20. Uy, casi. Qué cabrona es la undécima dimensión.

Sé que a veces es difícil ser nosotros. Mucho contra lo que luchar, ¿verdad? Mucho ruido en la cabeza. Muchas preocupaciones por cosas que aún no han ocurrido (ni ocurrirán). Hay días en los que nos apetece apagar el ruido, bajar el volumen. Abandonar, incluso. Te esperan batallas, querido… pero debes saber que aquí tienes a alguien que te entiende y apoya. De hecho, al César lo que es del César: debo darte las gracias. Has aprendido a sobrevivir en este puto mundo hostil y agresivo y me has traído hasta aquí, aunque haya sido duro. Te debo mucho, es cierto, y te lo agradezco, pero muchas de las cosas que has tenido que hacer ya no son necesarias. Puede que no sea un alivio para ti ahora mismo, pero lo es para mí, qué cojones.

Ah, otra cosa. Vales. Mucho. Confía. Las cosas acaban saliendo. Y sí, lo sé, esos kilos de más con tu edad son una verdadera jodienda. Con la mía también, que lo sepas. Ánimo. No puedo decirte mucho más.

De hecho, no puedo decirte nada más porque hoy por hoy solo se nos permite enviar mensajes de 8111 caracteres, contando espacios. Ni uno más, ni uno menos. No sé por qué es exactamente… limitaciones cuánticas, dicen.

Así que me despido ya. Supongo que en algún tiempo podré comunicarme de nuevo, puede que incluso nos podamos ver. No lo sé. Quién sabe hasta dónde llegará la ciencia. Ahora mismo parece no haber límites.

Me despido ya, con un último consejo:

Vive cada minuto como si fuera el mejor regalo de tu vida, porque lo es.

Un abrazo fuerte,

Gonzalo.

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Gonzalo Villar | Piano - Teatro - Ciencia
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